miércoles, 27 de septiembre de 2023

Manipulacion y Engaño

 Evitemos La manipulación y el  engaño:


Introducción: Vivimos en un mundo lleno de mentiras y engaños, que nos afectan en todos los ámbitos de nuestra vida: personal, familiar, laboral, social, etc. Muchas veces somos víctimas de la manipulación y el engaño de otras personas, que buscan aprovecharse de nosotros o hacernos daño. Otras veces somos nosotros mismos los que mentimos y engañamos a los demás, por egoísmo, cobardía, orgullo o miedo. ¿Qué dice la Biblia sobre la mentira y el engaño? ¿Cómo podemos evitar caer en esta trampa del diablo? ¿Cómo podemos ser libres de la manipulación y el engaño?


Desarrollo: La Biblia nos enseña que la mentira y el engaño son pecados que ofenden a Dios y dañan al prójimo. Dios es el Dios de la verdad, que no puede mentir ni engañar (Números 23:19). Él nos creó a su imagen y semejanza, y nos dio el don del lenguaje para comunicarnos con él y con los demás. Por eso, él espera que seamos veraces y no engañemos a nuestro prójimo (Éxodo 20:16; Levítico 19:11). La mentira y el engaño son obras de las tinieblas, que nos alejan de Dios y nos hacen esclavos del pecado (Juan 8:44; Romanos 6:16). La mentira y el engaño tienen consecuencias negativas para nosotros mismos y para los demás: nos hacen perder la credibilidad, la confianza, el respeto, la paz, la alegría, etc. Además, nos exponen al juicio de Dios, que castigará a los mentirosos y a los engañadores (Proverbios 19:9; Apocalipsis 21:8).


Aplicación: ¿Cómo podemos evitar la mentira y el engaño en nuestra vida? Lo primero es reconocer que somos pecadores que necesitamos el perdón y la gracia de Dios. Debemos confesar nuestros pecados de mentira y engaño a Dios, y pedirle que nos limpie con la sangre de Cristo, que murió por nosotros en la cruz (1 Juan 1:9; Hebreos 9:14). Lo segundo es renovar nuestra mente con la palabra de Dios, que es la verdad que nos hace libres (Juan 17:17; Romanos 12:2). Debemos leer, estudiar, meditar y aplicar la Biblia a nuestra vida diaria, para que nos guíe y nos enseñe a ser veraces y no engañar a nuestro prójimo (Salmo 119:105; Efesios 4:25). Lo tercero es depender del Espíritu Santo, que es el Espíritu de verdad, que nos ayuda a vencer la tentación de mentir y engañar (Juan 14:17; Gálatas 5:16). Debemos orar constantemente al Espíritu Santo, para que nos llene de su poder y de su fruto, especialmente el amor, la bondad y la fidelidad (Efesios 5:18; Gálatas 5:22-23).


Conclusión: La mentira y el engaño son pecados graves que debemos evitar en nuestra vida cristiana. Dios quiere que seamos veraces y no engañemos a nuestro prójimo. Para ello, necesitamos el perdón, la palabra, el Espíritu y la comunidad de Dios. Que Dios nos ayude a ser libres de la manipulación y el engaño, para que podamos glorificarle con nuestra boca y con nuestra vida. Amén.